Batas blancas
Para que construyamos un sistema médico, penal,
político, económico y social justo. |
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“París no tiene límites: ninguna ciudad ha ejercido esa
dominación que escarnece alguna vez a los que subyuga”.
Víctor Hugo.
Los Miserables |
Fernando Ramírez López
Espléndidos han sido los reportajes en todos los medios de información nacionales e internacionales, luego de cincuenta años sin manifestarse numerosos contingentes de médicos y de personal de salud de los sectores público y privado en este país, salieron a las calles de las principales ciudades para exigir que se deje de criminalizar a la profesión de Hipócrates y consolidar el movimiento #yo soy 17, en apoyo a los 16 especialistas contra los que se giraron órdenes de aprehensión por la muerte del joven Roberto Gallardo en 2009, en el hospital pediátrico del Centro Médico Nacional de Occidente en Guadalajara, Jalisco.
No, no es extraña esta protesta en el seno de un país que se debate entre malos gobiernos, maestros disidentes, manejos presupuestales turbios, desfalcos y negocios con el sector público y la banca, crecimiento de la delincuencia, asesinatos, secuestros, expulsión de mexicanos al extranjero por falta de oportunidades laborales, concentración de la riqueza en pocas manos, pobreza extrema, hambre, trabajo en su mayoría informal y una burguesía que concentra la mayor parte del capital insensible al dolor humano.
Claro está que nos sumamos a la lucha de los médicos, paramédicos y demás personal dedicado a la salud humana, es de justicia hacerlo, pero también es de justicia hacer un profundo análisis de cómo funciona el sector salud en su conjunto. Y de aquí en adelante las protestas serán mayores porque no hemos logrado construir una sociedad igualitaria en todos los sentidos. El cuerpo social está gangrenado.
Por lo pronto y antes de seguir con el análisis casuístico y reflexionando en que el día tiene 24 horas; tenemos médicos que trabajan para el ISSSTE, Seguro Social, Hospital Infantil, Universidad y todavía tienen su consultorio personal, nos preguntamos en estas líneas cuántas horas le dedican a cada actividad, es decir si el sueño requiere ocho horas diarias y dos horas para comer y bañarse, más otras dos para transportarse; le quedan doce horas útiles al día que divididas en cinco trabajos, le corresponden 2.4 horas por cada actividad.
¿Cómo le hacen para cumplir con tantas responsabilidades?
El personal de enfermería es otro aspecto por su sufrida actividad y bajos salarios; no estamos culpando a los médicos detenidos por la justicia, pero en lo particular conozco la operación y funcionamiento del ISSSTE cuando cada 30 días acudo a ver a mi médico familiar, el cual apenas tiene tiempo para escribir la receta, porque lo esperan otros veinte o veinticinco pacientes, en estas condiciones ¿qué tipo de medicina imparten?
Ya no hablemos de la falta de medicamentos y que el personal de farmacia siempre está molesto por el exceso de solicitantes de medicamentos.
En el IMSS, he visto en la sala de admisión decenas de enfermos en camillas o tirados en el suelo ¿es esto justo? A mi madre que en paz descanse la asesinaron en el Hospital Español de Torreón, le destruyeron un pulmón y la tuvieron ocho días en terapia intensiva con vida artificial para seguir cobrando, hasta que llevamos a un médico exterior y su diagnóstico lo emitió cuando estaba muriendo, ya no hablemos de la cuenta millonaria que nos endilgaron, y así innumerables casos de dolor, en estos sanatorios sólo se ve el dinero y punto.
¿Somos todos culpables o somos todos inocentes? Somos víctimas de un sistema socioeconómico que ya no aguanta más, hay que modificarlo de fondo, la pregunta es, que si estamos dispuestos a hacerlo, de nosotros depende.
Lo cierto es que los casos de negligencia médica y de muertes inexplicables se repiten incesantemente en todos los hospitales del país, muchos son los médicos que andan libres habiendo asesinado y unos pocos están tras las rejas. Llegó la hora de buscar culpables.
Esa es la cuestión diría Hamlet, ¿qué vamos a hacer para solucionar el problema de los médicos, enfermeras y pacientes en un país subdesarrollado, que vive el círculo vicioso de la necesidad?
Todos somos víctimas y nos han llevado como agua a su molino, sin percatarse que a pesar de las guerras de Independencia y la misma Revolución no hemos sabido encontrar el rumbo.
Estamos en la casa de los espejos, somos y no somos ¿inocentes o culpables? Todo se derrumba, porque además por si esto fuera poco, hoy vivimos la desgracia de contar con sacerdotes pederastas que la propia burguesía protege.
Qué bueno que pasó esto en Jalisco, ayudará a cerrar la herida o a cortar el brazo, felicito a las batas blancas que se hayan sumado a denuncias anomalías. Toda esta sociedad está dañada de muerte por el egoísmo, la corrupción y la impunidad. Exijamos también al cuerpo médico nacional a ser de igual forma responsables y humanos con sus pacientes, que a final de cuentas son los que les pagan por sus servicios, justo es que regresen con un bien lo que reciben.
licfernandora@hotmail.com
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